No soy una persona que utilice demasiado el ascensor, me gusta subir y bajar escaleras habitualmente, además tengo cierto miedo a los espacios cerrados, vamos que soy un claustrofobico diagnosticado.Pero por desgracia, aquel día no tuve mas remedio. En la oficina me dijeron que tenia que irse a buscar a la central una documentación que el Jefe había de firmar esa misma tarde. Y me enviaron a la central. No es la primera vez que iba, cada dos o tres meses voy, pero siempre me tienen la documentasen preparada y no hace falta que suba yo hasta el piso del departamento. Pero como parece que ese día no tenia mucha suerte, me toco subir a aquel piso fatídico. Y nada mas que al vigésimo piso. Me esperaba una tortura encerrado. No tenia otro remedio que respirar y empezar a pensar en todas las técnica de relajación que mi psiquiatra me había enseñado. Respira profundo cierra los ojos, y piensa en un gran valle, con una brisa que te da en la cara y el Sol brillante en tu rostro. Eso alguna vez